Emociones


La Inteligencia Emocional es la capacidad de reconocer nuestra propias emociones y las de los y las demás, gestionarlas adecuadamente, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones.

Dicho así parece sencillo pero no lo es. Las personas adultas no hemos sido preparadas para ello. Si queremos que nuestros niños y niñas se conviertan en adultos y adultas resilientes, responsables, independientes, capaces de tomar decisiones adecuadas en momentos difíciles, etc… hemos de saber acompañarles en el proceso de identificar, reconocer y gestionar sus propias emociones. Mas importante es en estos tiempos difíciles, de incertidumbre donde a las preocupaciones por la compleja situación se añade el hecho de tener que permanecer mucho tiempo en casa. Las niñas y los niños son uno de los colectivos que mas lo sufren y es en este momento cuando mas necesitan que les guiemos en un proceso que, por otra parte, es apasionante.
Os proponemos que os adentréis en este reto con nosotras. 

El primer paso consiste en identificar correctamente las emociones y ponerles nombre para lo que es necesario ser conscientes de lo que sentimos y de lo que sienten los y las demás. Es lo que se denomina Consciencia emocional. 
Los cuentos son un recurso muy bueno para esto. Podemos hablar con las niñas y niños de las expresiones de los personajes, la expresión corporal, el tono de voz... También para reflexionar con ellos y ellas sobre en qué momento se han sentido como el personaje y porqué. 

Las personas adultas podemos ser un  modelo en este sentido expresando nuestros sentimientos, por ej: yo me he sentido así de enfadada como este personaje cuando...... En la sección de lectura del blog encontrareis cuentos, videocuentos y cortos con los que podéis trabajar las emociones.

Un ejercicio que podemos llevar a cabo por las noches es que cada uno, cada una, pueda contar lo mejor y lo peor del día. Para ello cada persona tendrá su turno, el resto escuchará de manera activa (que no es otra cosa que prestando total atención), sin realizar juicios de valor.

En el enlace que tenéis a continuación podéis descargar actividades individuales relacionadas con el libro: El juego del Dime-digo
y en el Especial Docentes podréis acceder a un juego de mesa relacionado con las emociones. Si no podéis imprimir desde casa puede daros ideas para adaptar el juego de la oca.


  (pulsa en la imagen)



Así iremos adquiriendo vocabulario emocional y acostumbrándonos a reflexionar sobre nuestros estados de animo.

Las emociones básicas son seis: miedo, ira, asco, alegría, tristeza y sorpresa.  Todas ellas son necesarias para sobrevivir, no hay emociones buenas o malas solo emociones agradables o desagradables y respuestas emocionales adecuadas o inadecuadas.

Por tanto, todas las emociones son legítimas y debemos validarlas, son auténticas para quien las está viviendo. Por ello han de ser respetadas, la emoción nunca se debe juzgar. Si no las reconocemos y legitimamos las niñas y niños tenderán a reprimirlas y a no contárnoslas. Lo que sí se puede juzgar o criticar es una conducta. Pongamos un ejemplo, un niño se enfada porque su mamá no puede jugar con él en ese momento y comienza a romper cosas y a tirarlas. Es evidente que no podemos permitírselo, le cogeremos o le apartaremos y cuando esté más tranquilo podremos hablarle: -entiendo que estás muy enfadado porque mamá no puede jugar contigo, pero por muy enfadado que estés no puedes tirar, ni romper cosas. ¿Cómo podemos hacer la próxima vez para sacar esa rabia de otra manera?-

Ese diálogo solo puede producirse cuando el niño o la niña este tranquila.
En los siguientes vídeos encontrareis explicaciones sobre como funciona el cerebro en estas situaciones y como podéis contárselo a vuestros hijos e hijas.


Para quien quiera indagar un poquito más os dejamos un vídeo con algunos consejos de Alvaro Bilbao.

También podemos hacer una máquina para transformar emociones que nos ayude a gestionarlas y transformarlas
(pulsa en la imagen)